La buena comunicación, clave en esta época de cambios

Lo único constante en la vida es que todo cambia. El cambio es continuo, no hay ningún momento igual que el anterior, pero desde que en marzo comenzó la pandemia de coronavirus hemos sufrido en nuestras vidas, en casi todos los aspectos, cambios tan profundos que nos han obligado a modificar nuestras ideas, nuestras certidumbres, nuestra forma de trabajar, incluso nuestra forma de relacionarnos. Este virus, además, ha traído consigo una importante crisis económica (otra). Los ERTE, cierres de negocios y la reducción del gasto han llegado a muchas empresas, que han visto reducidos sustancialmente sus ingresos. Y esto se ha notado rotundamente en la inversión en diseño, publicidad y marketing.

Gracias a la tecnología, nunca en la historia había resultado tan sencillo cambiar.

Pero es ahora cuando es más necesario que nunca afrontar cambios en el negocio. Este es el mejor momento para reinventarnos, modernizar nuestra empresa, repensar nuestro negocio, acercarnos al cliente, aspirar a algo mayor… Gracias a la tecnología, nunca en la historia había resultado tan sencillo cambiar.

Una de las cosas que hemos aprendido con la COVID-19 es que hemos perdido el miedo al cambio. Casi de un día para otro, la mayoría hemos tenido que aprender a teletrabajar, a reunirnos por videoconferencia, a relacionarnos de otras formas, a vender por internet… y aunque para muchas empresas todo esto no les habrá supuesto un gran esfuerzo, para otras este importante y casi obligatorio paso hacia la digitalización les ha supuesto un gran dolor de cabeza.

La transformación digital de la que tanto se ha hablado en eventos y que los expertos vaticinaban como algo inminente ha llegado de golpe. La pandemia ha sacado a la luz, entre otras cosas, la importancia de contar con una imagen de marca digital adaptada a los distintos soportes y dirigida a diferentes objetivos en función de su aplicación. Ha demostrado lo necesario que es contar con un buen diseño y actualizado a las necesidades actuales.

Antes, para promocionar tu empresa podías hacer un flyer o publicar un anuncio en un periódico, revista o en una valla publicitaria. Pero hoy, con los últimos desarrollos de la tecnología, las posibilidades son infinitas, especialmente en el ámbito digital: un banner, un post en redes sociales, la contratación de un influencer, el envío de una newsletter, la organización de un evento virtual, la creación de una e-commerce… Las opciones son muchas, pero todas ellas deben llevar detrás una idea de marca, una coherencia visual y una estrategia pensada y planificada previamente.

Cualquiera puede crear un logotipo con plantillas gratuitas, pero el diseño y la creatividad van mucho más allá. Cualquiera puede subir un post a una red social, pero no todos saben hacerlo con una idea global, con un objetivo previamente definido que encaje en una planificación, que busque una interacción y que permita, a posteriori o en tiempo real, incluso una medición de resultados. Diferentes iniciativas con un único fin: ayudar al cliente a conseguir los objetivos que se ha marcado. Todo ello tiene un valor que va mucho más allá del que se ve en un diseño.

Hoy, más que nunca, es imprescindible que las empresas de comunicación tengan un profundo conocimiento de la realidad, comprendan la verdadera situación por la que están atravesando sus clientes, hagan suyos sus problemas y se adapten a sus necesidades. Crear una imagen de marca reconocible y una comunicación comercial sólida es la mejor manera de dar solución a sus demandas y ayudarles a cumplir con sus objetivos.

Alejandro Hernández

Alejandro Hernández

Responsable de diseño en Brandok

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