Y desde entonces, me suelo preguntar: ¿cuál es la razón por la que existe una deficiencia en la comunicación agroalimentaria? ¿Por qué nos cuesta tanto dar a conocer los aspectos positivos que tiene el sector agrario?

La imagen del sector agroalimentario está dañada, estamos viviendo una crisis reputacional. Cada vez nos encontramos más titulares que ponen el foco mediático en connotaciones negativas que provocan continuas crisis de comunicación que afectan a la notoriedad del sector y contaminan su verdadera realidad.

Además, existe una gran distancia entre el mundo rural y urbano, así como desconocimiento sobre sus necesidades. Por tanto, es fundamental trabajar los mensajes que llegan a la población urbana, para que comprenda y empatice con las personas que trabajan en el campo y viven en entornos rurales.

Desde este punto de vista, la comunicación especializada, la educación y la divulgación son fundamentales para fortalecer la imagen positiva y real del sector.

La educación como base de la estrategia

Es necesario un plan educativo, desde los colegios a universidades, que proponga al sector primario, como una actividad vital y esencial y a la agricultura y ganadería como ejes de las políticas rurales.

Así mismo, las personas que trabajan en el campo deben creerse su papel y entender que la comunicación es clave para dar a conocer a la ciudadanía su trabajo, saber lo que hacen y cómo lo hacen. Debemos argumentar el gran valor social, económico y medioambiental de la actividad agraria.

La comunicación vinculada a la estrategia de la organización

Ante este déficit en comunicación agroalimentaria, los directores de Comunicación de organizaciones y empresas y los periodistas especializados de medios de comunicación tenemos una responsabilidad social. Debemos informar y sensibilizar a la ciudadanía sobre el verdadero valor de la agricultura y la ganadería.

En este sentido, los directores de Comunicación tenemos el compromiso de transmitir mensajes que fortalezcan la imagen positiva y el valor del sector agroalimentario desde una perspectiva concreta, auténtica y proactiva. 

Con el único objetivo de informar y sensibilizar, de una forma veraz, honesta y clara sobre la responsabilidad social que ejerce la agricultura y la ganadería como productor de alimentos, fijador de la población en entornos rurales y mantenedor del medioambiente.

Bajo esta premisa, es necesario trasladar argumentos que aporten un verdadero interés y permitan persuadir a la ciudadanía sobre la realidad del campo.Por lo tanto, es fundamental una verdadera apuesta por la comunicación en organizaciones y compañías del sector agroalimentario con una adecuada planificación en la estrategia de comunicación interna y externa.

Así como formación especializada para los periodistas que trabajan en medios de comunicación, que les permita aportar conocimiento y visión de un sector que muchas veces un periodista generalista desconoce. De esta manera podremos suministrar una información clara, objetiva y fiable para evitar especulaciones y fake news.

El gran reto de las personas que nos dedicamos a la comunicación agroalimentaria es demostrar que las personas que trabajan en el campo merecen reconocimiento y respeto por el valor de su trabajo.